Volúmenes, surcos y definición del óvalo facial
Los signos más evidentes de un envejecimiento avanzado
¿Porqué con el envejecimiento se pierde volumen y se acentúan pliegues anatómicos?
El envejecimiento natural produce la progresiva pérdida de bolsas de tejido graso y la reabsorción de masa ósea. Estos cambios, asociados descolgamiento de los tejidos producido por la flacidez son el motivo de la pérdida de volumen, de la exacerbación de surcos anatómicos y de la pérdida de definición del óvalo facial.
La pérdida de volumen se hace especialmente evidente en zonas como la mejilla o las sienes que aparecen deprimidas. La asociación de esta pérdida de volumen a la propia de la región del párpado justifica la aparición de lo que conocemos como surco de la lágrima. Este no es más que una prolongación de la ojera hacia el centro de la mejilla y es uno de los signos más evidentes del envejecimiento.
La pérdida de tensión y el descolgamiento de los tejidos provocado por la flacidez es responsable de que se marquen en exceso ciertos pliegues anatómicos. Los más característicos son el nasolabial (también conocido como nasogeniano) y el peribucal (vulgarmente llamado de marioneta). La flacidez es también responsable de que aparezcan arrugas en zonas de movimiento como las mejillas y labios y de que se pierda la definición de la mandíbula.
¿Como podemos corregir estos cambios?
Actualmente disponemos de productos que nos van a permitir rellenar los defectos de volumen, reducir o eliminar estos pliegues y alisar las arrugas. Estos productos se inyectan en las zonas a tratar y son totalmente biocompatibles y biodegradables. Lo primero implica que estas sustancias se integran perfectamente en los tejidos y que son excepcionales las reacciones de rechazo o el desarrollo de nódulos (que conocemos como granulomas). El que sean biodegradables implica que con el tiempo el cuerpo los acaba eliminando. Su eliminación determina la necesidad de reaplicarlos periódicamente, pero nos evita el problema de que con el tiempo puedan desplazarse a otras zonas, problema que plantean los antiguos rellenos no reabsorbibles.
Las principales sustancias utilizadas como relleno son el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica. Se aplican mediante finas agujas o cánulas en un procedimiento prácticamente indoloro y que se completa en escasamente 20 minutos. Los resultados se evidencian inmediatamente después de realizado el tratamiento y persisten entre 6 y 18 meses, dependiendo del producto empleado.
¿Podemos prevenir estos cambios?
No disponemos en la actualidad de tratamientos que eviten la reabsorción de masa ósea o la reducción de las bolsas de grasa. No obstante, algunos de los productos de relleno utilizados como la hidroxiapatita cálcica, estimula la producción de nuevo colágeno. Por ello tienen un efecto de corrección a largo plazo.
Si que tenemos tratamientos que nos van a permitira prevenir o incluso revertir lentamente la flacidez. Para nosotros, la tecnología más eficaz para esta indicación son los ultrasonidos focalizados. Consiguen contraer el colágeno ya existente y estimular la síntesis de otro nuevo. La realización periódica (una vez al año) de este tratamiento nos va a permitir prevenir el progresivo descenso de los tejidos, ayudándonos a preservar el óvalo facial.