Arrugas
Arrugas: uno de los signos más precoces y evidentes del envejecimiento.
Las arrugas son uno de los signos más precoces y evidentes del envejecimiento. Son la consecuencia de múltiples factores que varían en función de la región facial considerada. Las arrugas de la mitad superior de la cara son habitualmente la consecuencia de un exceso de actividad de la musculatura facial. Los músculos de la mímica facial desarrollan con los años un tono de contracción excesivo. Inicialmente se expresan como unas lineas muy acentuadas durante la gesticulación en la frente, entrecejo y patas de gallo. Las conocemos como arrugas dinámicas. Si no son “atenuadas” a tiempo tienden a consolidarse, haciéndose presentes incluso en reposo. En este caso hablamos de arrugas estáticas. Son responsables de provocar un aspecto cansado, preocupado o incluso de enfado.
Las arrugas que se presentan en la mitad inferior del rostro se deben generalmente a la pérdida de volumen y tensión de los tejidos y a la progresiva desestructuración y degradación del colágeno y fibras elásticas. Son arrugas estáticas, es decir presentes en reposo y que pueden exacerbarse con los movimientos faciales.
Como podemos corregir las arrugas faciales
En función del tipo y localización de dichas arrugas seleccionaremos diferentes opciones de tratamiento. Para las arrugas dinámicas, es decir las producidas por la excesiva contracción de los músculos, el tratamiento más eficaz es la infiltración de sustancias que propicien la relajación de esta musculatura, suavizando así su expresión. Cuando este tratamiento se inicia antes de que las arrugas sean estáticas y se repite periódicamente evitará que estas se desarrollen.
Las arrugas estáticas, es decir las que no dependen de la actividad muscular, son tratadas con productos de relleno (ácido hialurónico e hidroxiapatita cálcica). La infiltración de estas sustancias biocompatibles y reabsorbibles permite rellenar esas arrugas para suavizar sus contornos.
Cuando las arrugas se producen en un tejido muy dañado los productos de relleno no conseguirán reestructurar y regnerar el tejido de forma completa. En estos casos es conveniente asociar estos tratamientos a láseres ablativos (Contour TRL) y/o fraccionados (HALO®). Estos láseres eliminan el tejido dañado y estimulan la síntesis de nuevo colágeno. Sobre ese tejido renovado los tratamientos de relleno resultan más eficaces.